No importa si cumplís 25, 40, o 99. Mozos desnudos yendo de acá para allá en un fiestón con tus mejores amigas siempre es una excelente idea.

Traiganme un muchacho, pidió la octogenaria Joan Corp sin darle mucha vuelta al asunto. Al parecer, la señora solía hacer el mismo pedido cada vez que cumplía años, y esta vez los encargados de la casa de retiro donde vive decidieron concederle su deseo.

Para cumplir con semejante petición, se contactaron con los muchachos de Hunks in Trunks, que viene a ser una cosa así como mozos que están en bolas. Y fue así como se armó una alta fiesta, de la que participaron hasta las nietas de las abuelas del establecimiento (siempre hay colados) y que incluyo, además de los dos sensuales protagonistas, pollo a la parrilla y varios traguitos indecentes. ¿Acaso se puede tener un mejor cumple?

Claro está, la partuza fue todo un hitazo. Tanto, que una de las residentes, próxima a cumplir 100, pidió que se reserven la fecha para su venidero cumpleaños.

A eso le llamo yo envejecer con gracia…