Si de historias de terror se trata, hablemos de la muchachita de California que llevó galletitas para repartir en el colegio. ¿El detalle? Las preparó con las cenizas de su abuelo. 

Me dijo que tenían un ingrediente especial y pensé que les había puesto drogas o algo y le pregunté “¿es una galleta con marihuana?” y me respondió “no”. Luego dijo que tenía las cenizas de su abuelo y se rió. Quedé horrorizado, cuenta Andy Knox, uno de los testigos consultado por las autoridades quienes ahora investigan a la presunta pastelera bizarra.

Pero esto no es lo peor. Al parecer, alguno de los estudiantes habrían sido alertados acerca de la extraña composición de las galletas, ¡y se las comieron igual! La policía trabaja ahora con profesores y directivos para manejar la situación de la manera más respetuosa y acorde posible… Aunque quién podría…

Moraleja: dejar las cenizas lejos de los chicos (???)