Son 4 años entre Mundial y Mundial, lo que le da a uno tiempo más que suficiente para prepararse. Y ni hablar del tiempo del que goza la sede del evento más grande del planeta. Pero parece que en Rusia subestimaron la capacidad etílica de los fanáticos, y ahora se estarían quedando medio cortinas de birra.
Según cuentan los camareros de la capital rusa, los proveedores estarían tardando más de 24 horas en entregar cerveza a los bares de la zona, también por una falta de producción suficiente. Por extraño que nos parezca como país cervecero, los rusos habrían imaginado que los hinchas beberían también otras bebidas, hecho que obviamente no se dio así. Los dueños de los bares ya han reportado que se bebieron más de 211 galones de cerveza… Y esto es durante los primeros 3 días del campeonato.
La crisis cervecera en Rusia, sin embargo, no es nada nuevo. Los altos costos impositivos y los rigurosos controles aplicados sobre esta bebida alcohólica en particular han reducido su consumo a 1/3 del habitual, tendencia que claramente confundió a los cosacos al momento de prepararse para la Copa del Mundo.
¿Cómo se mira un partidazo sin cerveza?