Sí, duele. Y mucho. Pero estos valientes prefieren mil veces llevar sus axilas decoradas con los mejores motivos que la humanidad pueda imaginar, que dejarlas libradas al azar o, simplemente, aburridas.

La nueva tendencia de tatuarse las axilas viene a reemplazar anteriores espacios corporales que cobraron fama durante el éxito del tatuaje en las últimas décadas. Así como los tobillos, luego los muslos, luego la nuca tuvieron sus fanáticos, ahora parece que son muchos los que acuden al artista pidiendo algo que entre en la axila.

Los resultados varían entre aquellos que continúan dibujos, que prefieren hacerse algo bonito, y los que hasta se animan a hacer chistes con el famoso chivo. Lo cierto es que la axila podría ser uno de los lugares más dolorosos al momento de pinchar, pero qué importa cuando se quiere llevar un recuerdito de por vida.

¿Vos te tatuarías debajo del brazo?