Aunque cueste creerlo, en Nicaragua podés hacer deporte en un volcán. Y no es uno de esos inofensivos, que jamás hacen erupción. Este cada tanto se despierta…

Por ahora, son sólo 50.000 turistas con mucha valentía los que se le animan al volcán Cerro Negro: una formación de 1850 que posee 728 metros de altura y varias erupciones recientes en su historia. El Volcano Boarding, como lo llaman, consiste en bajar del volcán con una tabla, a lo culipatín pero con una diferencia: hay gases sulfurosos saliendo de fumarolas cercanas, y toda el terreno está lleno de ceniza volcánica.

Los corajudos en cuestión bajan a un promedio de 80 kilómetros por hora, y deben invertir la módica suma de 5 dólares para obtener el pase a la ciudad de León, próxima al volcán, además del traje especial y la tabla.

A eso llamo yo deporte de riesgo…